ME ALEGRA MUCHO verte por aquí...


Desde que era niña, el cine ha sido para mí un refugio mágico, un lugar donde era posible atravesar la pantalla y vivir otras vidas, perderme en otros mundos y regresar transformada. Esa fascinación no se apagó con los años, sino que, con el tiempo, me pidió algo más: adentrarme en ella desde dentro.
Así llegué a la ESAD de Murcia, donde estudié Dirección y Dramaturgia y tuve la oportunidad de rodar mi primer cortometraje titulado Grietas. Sin duda, una de las experiencias más gratificantes de mi vida. Allí comprendí que aquella pasión no era pasajera, sino una certeza. Después, quise seguir explorando. En 2021, realicé un máster en la UOC, cuyo trabajo final giraba en torno a la soledad posmoderna a partir de la película Her (2013, Spike Jonze), y un segundo máster en 2024 en la UPF sobre cine contemporáneo, donde investigué cómo el cine puede hacernos sentir el tiempo a través del análisis de A Ghost Story (2017, David Lowery), Paterson (2016, Jim Jarmusch) e It’s Such a Beautiful Day (2012, Don Hertzfeldt).
Fue ese mismo año, durante un curso de montaje en La Casa del Cine (Barcelona) donde terminé de comprender el verdadero truco detrás de la magia: el montaje cinematográfico, un arte preciso y fascinante de unir fragmentos para crear emoción. Trabajé por primera vez para otras personas destacando, entre otros trabajos, el cortometraje Espiral, de Sara Rodríguez Hernández que fue premiado en el BCN Film Fest 2025 en la categoría de Nous Talents. Esa experiencia terminó de consolidar mi pasión por el montaje como camino profesional.
Hoy me acerco al cine con esa mezcla de asombro y oficio, intentando construir con cada proyecto un puente entre imágenes, pensamientos y sentimientos. Porque, para mí, el cine sigue siendo lo que siempre fue: un lugar donde conocernos.